Sobre el Profeta Ezequiel




Pensamientos. Filosofía. Teología.

Puerto Rico.

Poesía. Prosa. Ensayo. Cuento. Escritos. Cartas. Origines.

Preguntas. Crítica. Historia. Cine. Maravillas. Valores.

Política. Libros. Ocurrencias. Sentimientos...




jueves, 1 de julio de 2010


Los profetas de mi pueblo son la voz de los sin voz...

Un profeta es aquella persona que “habla en nombre de”. En nuestra experiencia religiosa, entendemos que los profetas son intermediarios entre la humanidad y la divinidad. Sabemos además, que el profeta anuncia y denuncia todas las verdades que acontecen en beneficio del ser humano, ya sea para proteger su dignidad o para que pueda alcanzar libremente la redención. La autoridad del profeta le viene de quien lo ha enviado y de la experiencia de vida integra, que lleva a partir del momento en que recibe su misión. El profeta es la voz de los sin voz. El verdadero profeta habla en nombre de quien lo envía o representa. El profeta nunca habla en nombre propio. Quien habla en nombre propio no es profeta.

En nuestro pueblo, si un “profeta” sólo habla de lo lindo y de lo bueno que tener un gobierno anexionista para el progreso de todos los ciudadanos, entonces, no tan solo es reconocido, sino que es premiado en la legislatura del país. No obstante, si un profeta, denuncia los atropellos de quienes usan de forma incorrecta el poder, y acompaña al pueblo en el sufrimiento y en las luchas, entonces, éste es un terrorista, guerrillero, alborotoso y separatista. ¿Qué está sucediendo? ¿Por qué tildar de terrorista, guerrillero, alborotoso y separatista a todo aquel que denuncia la injusticia? ¿Por qué callar la voz de quienes son los delegados de quienes no tienen voz? ¿Por qué decidir los destinos de nuestro pueblo a puertas cerradas y amedrentando a quienes defienden la justicia y buscan la paz?

En medio de los disturbios de un desastre provocado por un gobierno inepto, que le ha dado la espalda a quienes les otorgó un poder a través del ejercicio sagrado del sufragio electoral, surge un pueblo puertorriqueño valiente, capaz y educado que educa con la solidaridad y la búsqueda del bien común.

Los profetas de mi pueblo provocan el desvelamiento del verdadero rostro de este gobierno abusador.