Sobre el Profeta Ezequiel




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viernes, 28 de enero de 2011

Cortas letras a una gran mujer en el día de su cumplaños...

Durante los pasados cinco años, celebré junto a ti tu cumpleaños. En esta ocasión, en la celebración de tus veintidós, no voy a poder estas contigo. Sin embargo, mi corazón estará a tu lado.

No estaré físicamente, pero mi corazón y mi pensamiento estarán junto a ti, la persona que vi convertirse en una gran mujer como se fabrican las espadas para el gran combate, forjadas con fuego y golpes. Moldeada como el barro en manos del alfarero, que con el torno va formando la más hermosa y noble figura.

Quiero felicitarte y desearte todo lo bueno.  Quiero que hoy, a pesar que estarás trabajando, tengas un lindo día. El mejor de los días, pues mereces celebrar la vida con gran entusiasmo. Que puedas pasar una noche intensa de celebración junto a tus amigos y compañeros de trabajo.

Pido al Buen Dios que te bendiga y que su Santo Espíritu te ilumine y te continúe guiando por el camino del bien.

Espero compartir contigo pronto.

Con amor,

Augusto Nicolás
FELICIDADES!!!

sábado, 22 de enero de 2011



 ESPÍRITU ESPONTÁNEO

Lo que una buena actríz sabe hacer en las tablas de un escenario cuando la vida la sorprende con una nueva línea en su propia existencia.

“¡Susana!”

Llama el Director.

“Tenemos que revisar que todo esté preparado. Todo está preparado: el escenario, las utilerías, el reparto de actores. Y, Mariana, la antagonista… No está presente.”

Con voz entrecortada por los nervios y el coraje, el director dijo: “Dios te salve Susana”.

Llegó la hora de abrir el telón.

“No pasa nada… Soy espontánea”

No cabe duda que la espontaneidad es una actitud muy valorada en la sociedad actual. En el postmodernismo que vivimos hoy, la espontaneidad es una de las características propias de esta época. Se busca una apertura a todo, es decir, expresar todo lo de sí mismo de la manera que sea posible sin límites. Se pretende esclarecer la persona alcanzando el mayor grado de claridad. Se elogia la autenticidad de la persona, la naturalidad, la acertividad, la verdad y el excentrisismo. 

También, en nuestros días, hay una tendencia a rechazar el metarelato, la extensa y rebuscada planificación, la cuidada organización del tiempo y las tareas. No hay tiempo ni fecha en el calendario para las actividades cotidianas. Además, resulta muy interesante y atractivo para el ambiente social en el que te desenvuelve ser flexible con el lenguaje, la gramática y las artes.

La espontaneidad te expone al mal comportamiento, al ridículo y a lo soez. Con esto de la espontaneidad, hay quienes expresan que se debe tener mucho cuidado de no caer en lo irracional. Sería un retroceso en el desarrollo cultural de la humanidad y un peligro para el orden social.
 
La espontaneidad puede definirse como el conjunto de acciones irracionales presente en el comportamiento humano. Puede ser la manifestación de los instintos en oposición a la razón.
Si en la acción de la espontaneidad hay carencia de razón, entonces, hay que cuidar que no se transgreda la verdad con nuestro comportamiento y expresiones. Para cuidar la verdad es importante cuidar la conducta. Es decir ser espontáneo sin abandonar la verdad.

La virtud de la prudencia, en mi opinión, es la mejor amiga al momento de expresarte de la manera que sea y en el momento que quieras. La prudencia la podemos definir como la recta medida de lo que se ha de obrar. Inclina a la inteligencia a juzgar de acuerdo con la norma moral, acerca de los actos concretos de apetitos sensibles y voluntarios.

Un espíritu libre, auténtico y puro, puede ser espontáneo, en cuanto que está libre de la maldad. Pero siendo espontáneo es también capaz de humanizar. Es espontáneo porque está libre del peso de la mentira y puede expresarse desde la verdad. Se presenta a las tablas del escenario de la vida tal cual es.

¿Es esto espontaneidad?

Se me ocurre pensar que es virtud.



jueves, 13 de enero de 2011

LOS RECLAMOS DE UNA AMIGA

La amistad es la participación del amor de Dios que se vive con las personas que nos rodean. La amistad es la virtud que nos lleva a una relación sólida, profunda, desinteresada y recíproca con otra persona. Relación basada en intereses y metas comunes que no se acaba con el tiempo o la distancia y que lleva a ambas partes a enriquecerse mutuamente, a ayudarse a crecer como personas, a desarrollar todas sus potencialidades y a superarse en la vivencia de la virtud.

Te cuento una historia:

Una elegante mujer, vestida con los encantos propios de la naturaleza isleña y teñida con los colores que sólo puede producir el sol caribeño; llora y cuestiona a su amigo su gran frustración.

Ella, iracunda, le reclama a su amigo entre sus lágrimas y su fémino vozarrón entrecortado por la desesperación de no poder entender el misterio de la vida cuatro asuntos esencialmente.


La Amiga: “NO SABES LO QUE ES UN AMIGO”.

El Amigo: Sí lo sé. Un amigo es el custodio del alma. (Sentido morfológico de la palabra: amicus). Es la persona que te conoce y te acepta tal y como eres. No establece condiciones que te hagan cambiar esencialmente. Respeta tu dignidad y cuida de ella. Es la persona que te hace crecer, te apoya y te acompaña, en la medida de lo posible, en tus éxitos personales y profesionales. Es la persona que no quita, al contrario, te da lo que está a su alcance. Colabora. Se preocupa por ti, porque quiere que estés bien, pero no se entromete en tu intimidad.  Conoce tus necesidades y por eso procura suplirlas. El amigo te lo cuenta todo. Te dice la verdad y la sostiene siempre. Te ama desde la dimensión de la amistad.

La Amiga: “NO ME DEDICAS EL TIEMPO SUFISIENTE”.

El Amigo: Los amigos tienen su tiempo. Hay diferentes motivaciones para dedicar tiempo para los amigos. El amigo siempre está presente, pero no siempre físicamente. Hay razones esenciales para que se respete el tiempo del amigo; las otras pueden estar justificadas por los apegos.

La Amiga: “EL QUE NO SEA CAPAZ DE DAR LO MISMO QUE TU, ¡SIMPLEMENTE NO TE MERECE!”.

El Amigo: El amigo es dedicado y da de sí mucho. El amigo desea dar de sí tres grandes bienes, a saber: su tiempo, talentos y tesoros. El hecho de que un amigo no sea capaz de dar lo mismo que tú, no significa que está respondiendo erróneamente o que simplemente no te merece. En ocasiones somos capaces de dar de lo que somos y tenemos,  pero no siempre podemos realizarlo, sea porque no estamos en condiciones de donarnos o porque no es el momento. No obstante, no podemos hacer reclamos, el amigo da de sí sin esperar recompensa.

La Amiga: “ME DIJERON QUE… ME FALLASTE”

El Amigo: El amigo no confía ciegamente en el “me dijeron…”. Para el amigo es importante encontrarse con el amigo e identificar el momento propicio para dialogar, sincerarse y pedir alguna explicación por alguna situación irregular que amenaza la relación de amistad. Sin embargo, como en ocasiones erramos porque está en nuestra propia naturaleza, la corrección fraterna y la reconciliación amorosa son los ingredientes para la paz.

El amor para el amigo está por encima de cualquier accidente. En ocasiones, es necesario tener suficiente amor para tomar decisiones sanas que mantienen a los amigos apartados para fortalecer la amistad. Hay que tener suficiente amor para no aplaudirle a un amigo sus malas decisiones. Hay que tener desbordante amor para decirle no a un amigo cuando su dignidad e integridad de ven amenazadas.

miércoles, 12 de enero de 2011

LA VIDA Y LA MUERTE AL INICIO DEL AÑO



Al comienzo del año, lo que todos esperan es hablar y reflexionar sobre la vida. No obstante, como el comienzo de este año ha estado manchado por la sangre de al menos 33 asesinatos en 10 días, sin contar los muchos heridos, es tema obligatorio hablar y reflexionar sobre las muchas muertes que se han suscitado en nuestro país. Parece que la cultura de la muerte ya nos ha asimilado y es necesario resolver cualquier situación cegando la vida de las personas, no tan sólo la de los que quizás pueden estar involucradas en el problema, sino también la de los inocentes e indefensos. Parece que hemos retrocedido en nuestro desarrollo cívico y humanitario, o bien, hemos sido adoctrinados por los video-juegos y Hollywood, dónde matar es el atractivo y lo “cool” del evento.

También les comparto, que el 6 de enero de este año, una hermana de mi queridísima abuela, falleció. Este acontecimiento, también nos llevó a muchos de la familia a reflexionar sobre la muerte. Naturalmente, la pérdida de un ser querido o cercano a nuestra existencia, nos conduce hasta ese plano de reflexión. Sin embargo, al reflexionar sobre el acontecimiento de esta muerte, podemos llegar a otros horizontes, muy distintos a los que nos llevan a reflexionar los asesinatos de los primeros 10 días del año 2011.

Falleció una valerosa mujer de 94 años que batalló hasta el último momento. Y, aunque los últimos 5 años, los vivió con asistencia desde el lecho de su cama, fue una escuela necesaria para los parientes que le acompañaron en el proceso. Fortaleza para sus cuidadores, hálito de vida para algunos de sus hijos y motivación para el esfuerzo cotidiano para muchos de sus nietos.

Se marchó en serena peregrinación a la casa del Padre, una mujer que respondió a su llamado y siendo fiel a su generoso sí, permaneció fiel hasta el final. Fiel a su esposo, hijos, nietos, bisnietos y tataranietos. Ejemplo de vida que aportó con los más nobles valores a la educación de sus hijos. Una mujer fecunda, no tan sólo porque trajo al mundo 12 hijos de quienes han nacido 37 nietos, 48 bisnietos y 17 tataranietos, sino porque colaboró en la gran gesta de formar una familia de donde, como bien expresara uno de sus hijos en el discurso de duelo, “no han surgido muchos santos pero sí muchos profesionales y buenos ciudadanos”. Se fue al cielo una mujer que lo entregó todo. Todo. No tenía nada. Nada era de ella. Se fue al cielo libre. Ha tomado vuelo con sus propias alas. Las del amor y la libertad.

 La muerte de un ser querido, provoca la mayoría de las veces, una profunda reflexión sobre el valor de la vida.  La vida, como he compartido en otras ocasiones, es movimiento inmanente y autoperfeccionante. Nunca es igual, pues estamos en continuo movimiento, desarrollo y maduración, no tan sólo a nivel humano sino también, a nivel espiritual.

Además, la muerte hace pensar en el valor de la sana y estrecha relación familiar. Hay quienes se lamentan por no aprovechar el tiempo para compartir con los seres queridos los momentos más importantes de la vida de cada miembro. Hay que vivir con intensidad. No podemos dejar pasar las oportunidades, no sabemos si estaremos mañana.

La reflexión que se produce con el deceso de una persona cercana a nuestras vidas, en la mayoría de las veces se dirige en tres líneas: tengo que proteger mi vida y la de mis seres queridos, cómo he de aprovechar el tiempo suficientemente con mis seres queridos, qué me toca realizar para vivir con intensidad cada acontecimiento de la vida.

Atención.

Diligencia.

Responsabilidad.

Dedicación.

Ahora a pensar…