EL ARTE
Hace algún tiempo, cuando dialogaba con una colega sobre algunos datos históricos de las civilizaciones griegas y romanas. Entre los temas que surgieron en el diálogo, también se abordó el tema sobre las técnicas artísticas universales común a muchas culturas. Luego de ese diálogo, me quedé con la inquietud que me provoca saber, que existe entre mis estudiantes un concepto erróneo de lo que es esencialmente el arte.
El arte no tiene otro objetivo que no sea manifestar la belleza de la naturaleza. La naturaleza imita al arte. Nace de la precariedad del hombre. El ser humano percibe que en la naturaleza hay un grado de perfección o de plena belleza que no la encuentra en sí mismo. Hay una necesidad de imitar lo contemplado. Se desea poseer lo que se carece. La racionalidad justifica el hecho de la imitación de la naturaleza. Es de este modo que el ser humano comienza a realizar sus manifestaciones artísticas expresando en ellas sus más primitivos deseos movidos por la necesidad de lo que se carece. Esto lo vemos evidenciado en la primera manifestación artística registrada por las civilizaciones humanas, lo que conocemos como arte rupestre. Esta belleza manifestada en el arte es la integración magnifica de la bondad, verdad y de la unidad. El arte se manifiesta utilizando medios que provee la naturaleza y algunas técnicas en un objeto, lo bello que se quiere imitar.
Como he expresado, el arte es la imitación bella de la naturaleza. La imitación es en este sentido admiración o posesión de lo que se carece. El término arte deriva del latín ars, que significa habilidad y hace referencia a la realización de acciones que requieren una especialización, como por ejemplo el arte de la jardinería o el arte de jugar al ajedrez. Sin embargo, en un sentido más amplio, el concepto hace referencia tanto a la habilidad técnica como al talento creativo en un contexto musical, literario, visual o de puesta en escena. El arte procura a la persona o personas que lo practican y a quienes lo observan una experiencia que puede ser de orden estético, emocional, intelectual o bien combinar todas esas cualidades. El arte realiza una abstracción de un detalle de la belleza o de lo más bello que la naturaleza manifiesta en su plena totalidad.
Cuando contemplamos en el objeto la belleza, observamos en el ser los atributos trascendentales. No hay dudas que esta contemplación causa una fruición que desencadena una felicidad que nos saca de nuestros límites y nos lleva a un goce del cual no queremos prescindir.
Cabe aclarar el concepto que poseemos de estética con relación al concepto arte. La estética es la teoría o el tratado de la sensibilidad. La vida estética tiene como objeto la belleza a través de los sentidos. La teoría de la sensibilidad humana (aristiqué) es la relación que tiene la vida estética con la humanización, con la realidad y con la libertad. La estética considera en primer lugar la sensibilidad separada del entendimiento. También de se entiende separada de la intuición todo lo que pertenece a la sensación con el fin de quedarnos con la intuición pura y con la forma del fenómeno, que es lo único que la sensibilidad puede dar a priori. Los clásicos griegos en el siglo A.C. trataron los temas de la belleza de lo sensible y de lo antropológico. En el siglo XVIII nace como disciplina independiente, por la obra del profesor Baumgarten. Entre los años 1750 y 1758, Baumgarten escribe el tratado sobre estética en dos volúmenes.
La apreciación del arte es descubrir a través de la contemplación lo bello. Lo bello radica en la sencillez. La sencillez en la obra de arte está en conseguir la máximo de contenido en un reducido cúmulo de medios.
“El arte es el canto de una privación”